
El perro tiene que seguir al amo y no el amo al perro.
Hay que hacer que el perro te siga.
No hay que matarlo, sino que domarlo.En realidad eres el “doble” y no el original.
La identidad que crees la tuya, tu ego, no es más que una copia pálida, una aproximación de tu ser esencial.
El problema surge cuando te identificas demasiado con ese doble irrisorio.
Alejandro Jodorowsky
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